Hoy se cumple un pedacito de un gran sueño para mi. Un gran
sueño que se formó un mi corazón y no tanto en mi cabeza. Si hace 20 años me
hubieran dicho que iba a dedicarme a esto, no lo hubiera creído. Pero así es el
llamado de corazón, rompe todas tus estructuras, creencias, paradigmas y te
conecta con tu esencia, con lo que realmente eres quitando mascaras,
expectativas y todo lo que no resuene con lo que realmente eres.
Pero cuando te comprometes con tu corazón, lo escuchas, es
como si el te fuera llevando, no te queda más que rendirte a su sabiduría y dar
lo mejor de ti. Así que aquí estoy con el corazón completamente abierto, poniendo
mente y mi cuerpo a su servicio, con el deseo de conectar cada vez más profundo con mi ser interior para cumplir mi
Dharma, para transmitir lo que tanto ha transformado mi vida.
El camino no fue fácil, tomo su tiempo, hubo miedos, inseguridades, una
vocecita a la cual callar, exigió dar lo mejor de mi. Pero al final agradezco profundamente este proceso lo que me ha
dado y es momento de encontrar mi voz interna de dejarla salir y compartir con
los demás. Ayudar a otros en este camino que he recorrido y sigo recorriendo,
porque en este juego de la conciencia (ocultación y revelación) el proceso
nunca termina.
Gracias por estar aquí, gracias porque sin ti yo no estaría
aquí, no tendría con quien resonaran mis palabras, no existiría.
Deseo que este espacio sea para poder expandir más conciencia,
empezando con la mía que pueda conectarme cada vez mas con la fuente creadora,
que mi corazón se abra para recibir y dar todo el amor de que somos capaces,
que mi mente se abra a todas las posibilidades. Te invito a que juntos
aprendemos a co-crear con el universo.