martes, 21 de febrero de 2017

No te gusta la proyección... cámbiala!

Querido amig@:

Que fácil es quedarse atorado con las cosas "que te suceden" en la vida. Que fácil es caer en el papel de víctima, culpando a las situaciones externas de que te causan estrés, de que te sacan de tu centro, de que te impiden seguir adelante, de que no te dan espacio para crecer. 

Observa cuando te escuches decir o pensar: "No me da tiempo, tengo mucho que hacer."  "No tuve la oportunidad de aprenderlo bien cuando era chico y ahora no puedo hacer..." "Yo tan tranquila que estaba y me hicieron enojar" "No puede ser que esta persona no haga bien su trabajo y yo tenga que estar tomando de mi tiempo para corregir lo que hace"... etc. 

¡Qué tentador es quedarse ahí! En cuestión de responsabilidad: qué "liberador" puede ser culpar a los demás en lugar de nosotros tomar las riendas. Pareciera que es quitarnos el peso de nuestro hombros y mandar la bolita a alguien más. 

El problema que he visto es que entre más me quedo en ese espacio, menos poder tengo. Porque entonces todo depende de cosas, situaciones o de personas externas y NO de MÍ. Por lo que quedo totalmente desempedrada, a expensas de los demás. 

Así que cuando las cosas empiezan a complicarse, y como fichas de domino empiezan a caer fuera de su lugar una cosa tras otras. La vida me ha enseñado que si culpo a la fichas por caer nada puedo hacer! Por el contrario, es tiempo de mirar hacia adentro. De voltear a ver que vibración, ideas, paradigmas están creando esas situaciones. 

Este aprendizaje no llego de la noche a la mañana, fue todo un proceso y lo interesante es que hay que hacer un verdadero esfuerzo para que se quede grabado en nuestro consiente. Porque es muy fácil olvidarlo. Como te dije muy tentador. 

Las enseñanzas del yoga nos dicen que vemos el mundo NO como es, sino como lo percibimos. Es nuestra conciencia la que ilumina el mundo. Son los lentes que traemos puestos los que le dan color a lo que vemos. Si trae un lentes rosas verás todo rosa, si traes un lentos negros, verás todo negro. Y llevamos tanto tiempo los lentes puesto, que literalmente se nos olvida que los traemos puestos y creemos que ese color que vemos, es el color real del mundo. 

Por eso mientras estemos poniendo nuestra atención al objeto externo, realmente no habrá cambios significativos en nuestra existencia. Es como si quisiera fueras al cine y la proyección en la pantalla esta borrosa y la quieras arreglar desde la pantalla. O no te gusta la historia quesera viendo en la pantalla y quieras cambiarla. Pero por más que te pongas enfrente de la pantalla, la quieres iluminar con un lampara de otro color, quieras cortar un pedazo de la pantalla... nada significativo tendrá lugar. 

Pero si en cambio cambiamos nuestra atención no a la proyección en la pantalla (al objeto externo), sino nos enfocamos en el proyector, es ahí donde podemos hacer cambios significativos. Podemos ajustar para tener un buen enfoque o inclusivo podemos cambiar el rollo y poner otra película. 

Así el yoga nos invita a ir hacia adentro, poder auto-observarnos, reconocer cuales son nuestros patrones, paradigmas que están creando la realidad que tenemos para entonces así poder hacer un cambio significativo.

Así que cuando la vida se este volteando de cabeza, la historia que se proyecta en tu cine no te guste... da gracias y ve hacia adentro, silencia tu mente y escucha tu corazón seguramente te esta guiando para una vida mejor. 

Que no sea tu condicionamiento el que te controle.

Hoy quiero compartir un veinte que me cayó durante mi último retiro de meditación. Era un retiro de silencio y cada vez me sorprendo más, de lo que puede suceder cuando vas hacia adentro y quitas las distracciones de tu mente: estaba comiendo unas delicias veganas que nos ofrecen en el lugar y en un momento pude escuchar que mi cuerpo decía:  "Suficiente, ya con eso fue suficiente, no necesito más."
 
Si eso era lo que mi cuerpo decía y lo pude sentir perfectamente, pero...  mis ojos veían otra cosa, veían que había más comida en el plato. No sé tú, pero a mí me enseñaron a acabarme TODO lo que estaba en mi plato. Así que fue muy interesante observar en algo tan sencillo como es comer, algo que hacemos diario (muchas veces en automático), lo que pasa todo el tiempo con nosotros: por un lado, recibimos información que viene de adentro y nos dice una cosa, pero choca con las creencias, paradigmas y formas externas en las que nos educaron.
 
No sé bien cuanto tiempo estuve observando el conflicto entre escucharme a mí misma o seguir lo que había aprendido... realmente fueron segundo, pero cuando estas en ese espacio el tiempo es tan relativo que los segundo pueden ser eternos.

¿Y quién crees que "ganó"? ¡Mi condicionamiento!... acabe comiendo TODO lo que estaba en el plato y claro en la tarde mi estómago sufría las consecuencias, nada grave, sólo se sentía pesado, lo suficiente para recordarme que no le había hecho caso.
 
Fue un ejemplo muy sencillo, pero toda una revelación para mí de ver cómo hemos sido educados a no escuchar nuestro cuerpo, desde chicos nos han enseñado a seguir condicionamientos, reglas y eso hace que perdamos conexión con nosotros mismos, con nuestro cuerpo, con nuestra alma y corazón. ¿Y después nos preguntamos por qué sentimos tanto dolor? ¿Por qué no estamos felices?
 
Me quedó tan claro uno de los tantos beneficios de la meditación: volver a recuperar esa conexión con nosotros mismos, aprendemos a escucharnos nuevamente, a reconocer que no siempre ese condicionamiento externo que nos han enseñado es lo que va a nutrir nuestra alma y nuestro cuerpo.
 
¿Cuántas veces realmente nos escuchamos? ¿Qué tanto seguimos nuestro corazón? ¿Qué tanto podemos romper esos condicionamientos que nos hacen daño?
 
Cuando realmente aprendemos a escucharnos y a actuar conforme a lo que nos dice nuestra parte más sabia es que podemos encontrar la verdadera paz y felicidad que tanto buscamos afuera y nunca encontramos, porque la verdadera dicha y felicidad viene desde adentro, viene de alinearnos con nuestro corazón, porque él sabe, está alineado con esa Fuente Divina.
 
Mi invitación para este año es: medita, escúchate, consiéntete, quiérete y sigue el camino de tu corazón. 

Que tus heridas no te definan.

Querido amig@:

La palabra en sánscrito Bhava quiere decir contemplación. Es observar, contemplar algo, pero no desde tu mente consciente, sino es preguntarle a la parte más sabia de ti. Es una de las prácticas más importantes en tu Sadhana (el Camino Espiritual) ya que nos ayuda a ver las cosas no desde la perspectiva limitada de nuestro consciente, influenciada por las creencias y paradigmas con las que nos educaron, sino desde la parte más sabia de ti.
 
Esta semana he estado contemplando el tema de nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Normalmente pasamos nuestra vida sin reconocer cuales son nuestras fortalezas y tratando de olvidar nuestras debilidades. La filosofía del yoga nos dice: cuidado con tus fortalezas porque se pueden convertir en tus debilidades. Por ejemplo, una persona que es perseverante puede pasar esa línea tan delgada y convertirse en una persona terca y testaruda.
 
En cuestión de las debilidades, la tendencia es no querer aceptarlas, no voltear a verlas, como si con eso desaparecieran. Pero en realidad lo que pasa es que si no las haces conscientes te controlan. La invitación del yoga es: qué tanto podemos traer a la luz nuestras debilidades, voltearlas a ver, aceptar, pero sobre todo escuchar que es lo que nos traen de aprendizaje porque pueden convertirse en nuestras fortalezas más grandes.
 
Eso también podría aplicar a las experiencias. Ahí donde puede haber mas dolor, inseguridad, miedo, en las situaciones donde te ponen a límite, pueden ser portales de acceso a un nuevo entendimiento, pueden ser momentos en los que te conecten más con el amor y con lo que verdaderamente eres. Cuántas veces queremos darle la vuelta a los capítulos en nuestra vida que nos duelen. Al no verlos, no aprender de ellos, esas heridas nos definen y nos movemos a partir ellas.
 
Que tanto podemos voltear a ver nuestra heridas y reconocer van a estar ahí siempre, no es que las podamos desaparecer por que aunque se hayan sanado va a estar la cicatriz, pero podemos abrazarlas y transformarlas para que en lugar de ser las que nos definan sean el punto de partida para todo el crecimiento y expansión que puedan traer.
 
Practica Bhavana y pregúntale a la parte más sabia de ti mismo ¿Cuáles son tus fortalezas? ¿Cuáles son tus debilidades? ¿Cómo puedes potencializar tus fortalezas? ¿Cómo puedes ser alquimia con tus debilidades, aprendiendo de ellas y convirtiéndolas en tus fortalezas?

Las distracciones en nuestra vida.

Querido amig@:

Espero que te encuentres muy bien y deseo que tu vida este llena de dicha. Vengo regresando de mi 2do Retiro de Silencio con mi maestro de filosofía y meditación Paul Muller-Ortega. El primero fue de 4 días y este fueron 9 días... super intensos!

Asana, Pranayama, Japa (recitación de mantras), Svadhyaya (estudio) y meditación fueron mis compañeros durante estos 9 días... tener todo el día para hacer lo que amo! ¿Qué más podía pedir?

Me considero una persona bastante disciplinada con mi "Sadhana" (camino/práctica espiritual) a la cuál le dedico diario mínimo 2.5 a 3 horas. Tengo la fortuna de que mi trabajo sea compartir eso que amo. Así que se puede decir que estoy bastante metida todo el día en el tema, si no es practicando, enseñando o estudiando. Me sentía más que lista para el Retiro. Estar en silencio 9 días, casi incomunicada, haciendo diferentes prácticas y estudiando TODO el día fue bastante intenso y me cayeron muchos veintes.

Lo que hoy quiero compartir contigo, es que me di cuenta de cuántos distracciones tenemos en nuestra vida, cuanto tiempo vivimos fuera de nosotros, con nuestra mente y sentidos hacia afuera. Pensamos que decidimos conscientemente lo que hacemos, pero más bien que tanto eso que hacemos nos tiene controlados a nosotros? 

 Tener un práctica personal (Sadhana) es un privilegio, sólo que hay que tener cuidado de que no sea algo que hacemos sólo cierto tiempo al dia. Que tanto podemos llevar esa conciencia cada vez más a nuestra vida. Lo que me dí cuenta en este viaje es que llevar esa consciencia va siendo por capas, cada vez va penetrando un poco mas tu mente, corazón y tu vida. Es un proceso y cada vez lo podemos hacer más consciente, dándonos cuáles patrones, comportamientos estas siendo automáticos, cuáles adicciones tenemos (pueden ser tan sencillas como no poder estar en silencio, ver Facebook, comer rápido, quejarnos, ver el punto negro en el arroz, comer con el teléfono en la mano, etc), reconocer qué tanto estamos PRESENTES cada momento al 100%, qué tanta atención ponemos a nuestros seres queridos. ¿Qué tanto estamos viviendo momento a momento las enseñanzas y a qué profundidad? 

Hay todo un Universo interno esperando dentro de nosotros. Los grandes seres y maestro lo han llamado "El Tesoro Interno" el lugar donde no sólo encontramos paz, sino una paz envuelta en una dicha que va más allá de la tristeza o alegría que nos puede dar el mundo externo. Un lugar donde podemos conectar con toda la sabiduría y poder creativo. La pregunta es: ¿Cuál es la relación que tenemos con ese espacio? Lo ignoramos, nos da miedo ir a él, medio lo contactamos o lo visitamos por un momento al día? después de este viaje entendí que la relación con ese espacio no sólo hay que cultivarla, sino profundizarla cada día más para que podamos vivir inmersos en él, para que todo lo que pensemos, digamos y hagamos venga bañado con su luz. Te invito a que sigamos practicando y profundizando en esta linda tarea.