viernes, 19 de octubre de 2012

Desintoxicación emocional.


    ¿Estamos realmente conectando con nuestras emociones para poder sanarlas o estamos profundamente anestesiados? Fue la pregunta que me hice después de vivir una de las experiencias más impactantes en mi camino espiritual. Fue en una clase con Seane Corn, llamada “Yoga for broken Heart” (Yoga para corazones rotos) En ella platica como vivió ella la muerte de su papá, quien estuvo 8 años luchando contra el cáncer. La historia es impactante nos puso la piel chinita, pero lo más importante fue la reflexión que nos dejó: la mayoría de nosotros no sabemos y no nos han enseñado a manejar nuestras emociones saludablemente, sino que las  reprimimos. 
        Si me hubieran preguntado antes de la practica si tenia alguna perdida o dolor guardado que no hubiera trabajado… les hubiera dicho que no, que ya había trabajado la mayoría de ellas. Pero mis 2 horas de llanto dijeron otra cosa. ¿cómo era posible que hubiera llorado desde que empezó la clase hasta que terminó?
          Me pregunté… ¿Donde estaba guardado tanto dolor? ¿Podemos a tal grado estar tan anestesiados al dolor? ¿Podemos a tal grado estar guardando tanto dolor en nuestro cuerpo, mentes y espíritu? Y después se nos hace raro que haya tantas enfermedades y guerras en el mundo. Si no podemos sanarnos a nosotros mismos… ¿como podremos sanar el mundo?
      El progreso espiritual es igual a la desintoxicación: las cosas tienen que salir para poder ser liberadas. Cada emoción y pensamiento afecta cada una de las células de nuestro cuerpo. La rabia, la tristeza, la envidia,  el enojo cuando son reprimidos se manifiestan en nuestro cuerpo como tensión. Es lo que en nuestra filosofía  de Anusara Yoga llamamos el polvo que ensucia el espejo del corazón, que nos impide ver lo que verdaderamente somos o crear enfermedades.
         Para poder crear una verdadera sanación, debemos explorar nuestra emociones y purificar las ideas limitantes, paradigmas y creencia que nos hacen daño. Para crear una salud optima hay que limpiar nuestra mente y nuestras emociones.
           Cuando pedimos ser sanados, las cosas no sanadas salen a la superficie. Y ahí esta el problema, nos sentimos incomodos, ansiosos, porque salen todas las emociones reprimidas. Y al no saber que hacer con ellas, nos da miedo y las volvemos a guardar en lo profundo de nuestro ser. No queremos sentirnos así, nuestra mente se va a otra lado, no estamos presentes y nos anestesiamos. ¿A qué grado vivimos anestesiados? Es sorprendente!!!
          La invitación del yoga es quedarnos en nuestro cuerpo, ver las emociones frente a frente, mantener nuestra mente en el aquí y en el ahora, respira profundamente en la tensión, en el dolor y convertirnos en el testigo. Para así crear el espacio y poder liberarlas.
             Al liberarlas se abre nuestro corazón y nos hace más vulnerables. La vulnerabilidad nos lleva a la entrega y la entrega al amor.
            El Yoga nos dice que todo sucede para abrir más nuestro corazón, para experimentar más amor. Toda experiencia por difícil y retadora que pueda ser, es una oportunidad para expandirnos y crecer. Nuestra experiencias, si lo permitimos, nos enseñan compasión, paciencia, entendimiento y perdón. Encarnar estas cualidades abre nuestro corazón, nos hace más sabios, más conectados y disponibles al amor. A veces estamos tan apegados a nuestra historia personal que dejamos que ella nos defina. Dejamos que nuestras perdidas y dolores nos etiqueten. Así la energía se contrae y nos estancamos en el resentimiento, tristeza, enojo, envida, etc.
            El reto más importante que podemos hacer en nuestro camino espiritual es la verdadera limpieza del cuerpo y el alma, es nuestro deseo de soltar y perdonar. Es soltar todo lo que no es amor. Es dejar que nuestro corazón se abra plenamente. Que podamos abrzar el amor y lo compartamos generosamente. Dejar que el amor impacte cada aspecto de nuestro ser y de nuestra vida. Que este amor limpie y nos ayude a expandir nuestra conciencia para poder tener una vida mas plena.
¿Cómo sería tu vida si soltaras resentimientos, dolor, tristeza? ¿Cómo sería tu vida si perdonaras? ¿Qué podrías crear?
Gracias por compartir el camino hacia la sanación.
Om Namah Shivaya

martes, 2 de octubre de 2012

Elevarte a tu máximo potencial.


      La filosofía de Anusara Yoga se basa en la premisa de que el Universo siempre te sostiene, que facilita tu despertar espiritual, que te despierta a tu potencial más elevado y hace que se revele lo mejor de ti. A eso es lo que llamamos Gracia.
      A esa Gracia es con la que buscamos alinearnos una y otra vez. Es danzar en el flujo de la Shakti, al compás de sus olas y experimentar sus bendiciones en nuestra vida.
Esta Gracia aparece en nuestra vida de diferentes formas. Hoy quiero hablarte de dos:
- Anugraha: es cuando la Gracia te sostiene de una forma dulce y suave.
- Kripa: es la Gracia que se experimenta en tu vida como un poder que te empuja de una forma feroz y te da miedo. Pero al final te das cuenta de que era lo que necesitabas para expandir más tu conciencia.
      Lo importante es cómo podemos danzar con estas dos formas en la que la Gracias aparece en nuestras vidas para conectar con su poder revelador, recordando que la intención más elevada es nuestro despertar.
      Cómo podemos en esos momentos donde Kripa con toda ferocidad nos empuja a nuestro máximo potencial abrazar la suavidad y recordar que es la misma Gracia. Recordar que no estamos solos  y que cada momento por más difícil que sea es sólo un proceso, una invitación para abrir más nuestro corazón y abrazar la Gracia en nuestra vida.
      Así que cuando sientas que no puedes más, que algo en tu vida esta atorado, que no encuentras la salida… simplemente inhala profundo y crea más espacio en tu interior, abriéndote a la presencia de éste poder en tu vida que lo que busca es elevarte a tu máximo potencial.
Namaste. 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

Mi "tapete volador"


Siempre bromeo al referirme a mi tapete de yoga como mi “tapete volador”. Porque realmente de los momentos mas puros, apacibles y que me han llevado directo al corazón han sido en mi tapete de yoga.
Que difícil poner en palabras lo que sentí desde la primera clase de yoga que tomé. Fue en una playa donde un querida amiga abrió la puerta de este maravilloso camino para que la magia sucediera en mi vida. Era una mañana bellísima, nuestros tapetes tendidos en el pasto, con la vista al mar y las palmeras arriba de nosotros. Al principio mi mente estaba concentrada en hacer los ejercicio, en acomodar mi cuerpo externo como la postura lo pedía. Minutos después, empecé a ver todo lo que me rodeaba mas luminoso, brillante y bello. Como si alguien hubieran limpiado los lentes por los cuales miraba. Llegó el momento de savasana, y fue ahí donde la magia empezó a suceder: sentí mi cuerpo, mi mente y mi corazón como nunca antes lo había sentido, era como si se fundiera todo a mi alrededor, yo misma me fundía en un mar de paz.
Así fue como el yoga me tomó a mi y entró en mi vida para quedarse por siempre. Desde entonces la magia no a dejado de suceder. En mi corazón esta guardado cada momentos que pasado en ese tapete, donde he sentido mi cuerpo, el esfuerzo físico, el amor, la conexión conmigo misma y lo que me rodea, la paz, la compasión hacia mi misma y hacia los demás, las lágrimas que han limpiando miedos, dolores, perdidas,  acumuladas de tanto tiempo. He visto como la energía ha ido disolviendo creencias limitantes y patrones que no me ayudan, dejando en su lugar amor y paz.
Se que el trabajo es constante y lo que requiere más esfuerzo de mi parte es llevar el yoga fuera del tapete. Pero estoy en el camino. Cada mañana espero pararme en mi tapete de yoga y poder iniciar el viaje a mi interior, el viaje que me lleve a conectarme con lo mas profundo de mi ser. A veces el viaje es directo y sin paradas, la energía fluye suavemente y me alineo con ella para danzar con la Shakti. A veces mi mente salta de un lado al otro, mi corazón está más cerrado, no importa porque estoy segura que siempre acabo sintiendo mejor y mucho mas conectada de cómo empecé.
He sido testigo de la forma como el yoga ha transformado mi vida, dentro y fuera del tapete. Me ha ayudado a ser mas feliz, a disfrutar mas de la vida, me ha enseñado alinearme con la fuerza divina y así co-crear con el Universo para traer mas belleza y amor a mi vida y a la de los que me rodean.
He aprendido que no necesitamos hacer viajes a lugares exóticos, poseer cosas extraordinarias, ni lograr nada. Todo lo que necesitamos para ser felices esta dentro de nosotros, aunque a veces se nos olvida. Es increíble como en SOLO 2 metros  cuadrados, contigo mismo puedas emprender de los viajes mas maravillosos!!! No tenemos ni idea como este cuerpo no puede llevar tan profundo a nuestro corazón.
El camino nunca termina siempre puedes ir más profundo y eso me emociona… ¿Qué me encontraré hoy en mi tapete?... ¿que experimentaré?… ¿que sensación tocará mi corazón?... Lo que SI sé es que me ayudará a sanarme, a ser una mejor persona y confío en que si cada uno vamos sanando nuestra heridas, podemos sanamos al mundo. Por eso practica, practica, practica.

martes, 14 de agosto de 2012

El llamado del corazón.


Hoy se cumple un pedacito de un gran sueño para mi. Un gran sueño que se formó un mi corazón y no tanto en mi cabeza. Si hace 20 años me hubieran dicho que iba a dedicarme a esto, no lo hubiera creído. Pero así es el llamado de corazón, rompe todas tus estructuras, creencias, paradigmas y te conecta con tu esencia, con lo que realmente eres quitando mascaras, expectativas y todo lo que no resuene con lo que realmente eres.

Pero cuando te comprometes con tu corazón, lo escuchas, es como si el te fuera llevando, no te queda más que rendirte a su sabiduría y dar lo mejor de ti. Así que aquí estoy con el corazón completamente abierto, poniendo mente y mi cuerpo a su servicio, con el deseo de conectar cada vez más  profundo con mi ser interior para cumplir mi Dharma, para transmitir lo que tanto ha transformado mi vida.

El camino no fue fácil, tomo su tiempo, hubo miedos, inseguridades, una vocecita a la cual callar, exigió dar lo mejor de mi. Pero al final agradezco profundamente este proceso lo que me ha dado y es momento de encontrar mi voz interna de dejarla salir y compartir con los demás. Ayudar a otros en este camino que he recorrido y sigo recorriendo, porque en este juego de la conciencia (ocultación y revelación) el proceso nunca termina. 

Gracias por estar aquí, gracias porque sin ti yo no estaría aquí, no tendría con quien resonaran mis palabras, no existiría.

Deseo que este espacio sea para poder expandir más conciencia, empezando con la mía que pueda conectarme cada vez mas con la fuente creadora, que mi corazón se abra para recibir y dar todo el amor de que somos capaces, que mi mente se abra a todas las posibilidades. Te invito a que juntos aprendemos a co-crear con el universo.