viernes, 8 de marzo de 2013

Date permiso de brillar...


      En este juego de la conciencia… donde a veces se oculta y a veces se revela… son en eso momentos donde “te cae el veinte”, donde quitas una capa más de los bloqueos que te alejan de tu esencia, que son los regalos más grandes que puedas recibir.
      Mientras te mantengas con tu intención más elevada, conectado a lo que realmente quieres, el camino del despertar se estará mostrando a cada paso.  Sólo mantén tu corazón abierto.
      Que bendición es hacer lo que hago, porque en este camino donde muchas almas hermosas me acompañan, crecemos juntos, despertamos juntos y disfrutamos juntos.
       Un súper veinte me cayó en un taller que di con dos almas hermosas… trabajando con la Humildad y soltando todo lo que nos aleja de ella, porque es ella la que nos conduce directo a nuestro corazón.
    Había preparado mis clases de todo el taller y el tema del último día era “Celebrando tu empoderamiento a través de la Humidad” Había planeado una clase de mucho poder interno, trabajo con el Chakra de poder personal, Manipura Chakra… balances de brazos, trabajo abdominal… en fin… mucho esfuerzo!!!! Pero la noche anterior, en una meditación donde conectábamos con nuestra diferentes voces… entre ella la del controlador…. Me di cuenta que tan presente estaba el “controlador” para sentirme empoderada. Esa máscara, ese ego, que nos hace sentir que no somos suficientemente buenos y tiene que “hacerse cargo de todo” para que tengamos éxito/plenitud. Para que logremos nuestras metas y objetivos. Porque a partir de ahí es que el ego nos define.
     Me di cuenta lo relacionado que tengo el éxito/plenitud a trabajo duro y esfuerzo. ¿Dónde estaba entonces lo que enseño?... ¿cómo lo estoy aplicando a mi vida?... ¿por qué sigue tan arraigado?....
Pidiendo ayuda, en ese momento tome el libro de Marianne Williamson… al azar abrí el libro y esto fue lo que resaltó a mi vista:
No pidas un carrera brillante, pide que se te enseñe el brillo de tu interior. El reconocimiento libera nuestro luz y la deja expresarse.
En vez de expandir la capacidad de conseguir algo más, expandamos nuestra capacidad de recibir lo que ya esta en nosotros.
Cuando abrimos nuestro corazón nuestros talentos y dones florece. Entrega esos dones al servicio de la sanación del mundo.
Ya eres esa persona poderosa en cualquier momento que decidas serlo. Todos tienen poder, ninguno tiene poder especial. Todos somos especiales. Nadie tiene más potencial que otro para irradiar la luz de la conciencia. El poder no es nuestro, es el espíritu que nos ilumina.
No esperes que el mundo te de permiso de brillar… brilla con toda tu intensidad.
    Estas palabras me inspiraron a dar un clase de lo que llamamos en Anusara “Energía Orgánica” donde desde tu centro expandes en todas direcciones, dejas que la luz de tu interior, brille con toda su intensidad… y lo más importante que no es desde el esfuerzo, sino desde el reconocimiento, agradecimiento y entrega.
El mejor regalo que puedes entregar al mundo es tu luz.

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